viernes, 3 de diciembre de 2010

CARTA A LA DROGA

Querida amiga:

Sé que cuando recibas esta carta, no te afectará lo que pongo en ella, ya que seguirás teniendo tantos admiradores como por desgracia siempre has tenido.
Cuando nos presentaron, apenas sí me gustaste, fue el paso de los días lo que hizo que poco a poco me gustase cada vez más estar contigo. Ya no me conformaba con verte sólo los fines de semana, sino que también corría a tu encuentro los días de diario.
Fue tal el gusto que le cogí a nuestra relación que ya apenas sí salía con mis compañeros. Poco a poco me fui apartando de ellos. Nuestra relación cada vez se hacía más íntima, ya no vivía más que para ti. Mi primer fallo fue anteponerte a mi familia, por lo cual, los fui perdiendo a todos. Más tarde, y también por tu culpa perdí mi trabajo, al cual no le prestaba suficiente atención, y terminaron por despedirme.

¡¡ Pero nuestra relación seguía adelante !!

Era tal la dependencia que tenía por ti, que ya apenas si podía hacer nada si no te tenía a mi lado, añadiendo eso al tren de la vida que tenía que llevar, pronto me vi en la necesidad de tener que robar para poder estar contigo, aunque tú, no contenta con lo que le estabas haciendo a mi vida, cada vez me exigías más. Has deteriorado mi vida y mi salud, hasta que las secuelas de todo ello me llevaron casi a la muerte.
Gracias a Dios me he dado cuenta a tiempo, de que tu relación sólo me trae desgracia. Es por eso que he decidido escribirte éstas líneas para romper nuestra relación, con la esperanza de que todo aquel que las lea y tenga la desgracia de conocerte pueda darse cuenta a tiempo de que también destrozarás su vida.

¡¡¡ Hasta nunca !!!

P.D: Si ya tienes la desgracia de conocerla, y tu amor por ella te impide dejarla, pide ayuda. Y sobretodo no se la presentes a ningún amigo.